es
una de las dos principales fuerzas políticas en los Estados Unidos
de América. Actualmente es el principal partido de la oposición
frente al gobierno del presidente George W. Bush. Desde 1874 su
símbolo es un asno, o burro, (el de sus rivales del Partido
Republicano es un elefante). El color azul se utiliza para
identificar a los estados que tienen mayoría demócrata (frente al
rojo que identifica a los republicanos); y por extensión es el color
del partido.
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Definir
la tendencia del actual Partido Demócrata es bastante difícil. A
grandes rasgos, puede decirse que representa a la socialdemocracia en
los Estados Unidos. Por lo menos en política económica, se muestran
más centristas que los Republicanos, siempre dispuestos a
desmantelar el Estado de Bienestar. John Kerry, candidato para las
últimas elecciones presidenciales, había centrado su discurso en
una política económica favorable a la industria nacional.
Al
igual que los modernos socialdemócratas de Europa, los demócratas no
se oponen a la economía
de libre mercado; y por el contrario creen que
el capitalismo de mercado es
el único sistema económico que permite generar crecimiento y
prosperidad. Pero piensan que el Estado debe intervenir para reducir
los desequilibrios sociales, distribuir mejor la renta y garantizar
la igualdad de oportunidades; y crear así un "capitalismo
con rostro humano". Por eso son entusiastas
defensores del Estado de bienestar.
Los
demócratas no se oponen necesariamente
a las reducciones de impuestos a los ciudadanos y a las empresas
privadas; pero son mucho menos entusiastas de éstas reducciones
tributarias que los republicanos, ya que dicen que sus rivales
exageran para beneficiar a los ricos. Además defienden un mayor
gasto público orientado a la política social.
Debido
a la gran libertad de conciencia que hay en los partidos
norteamericanos y la inexistente disciplina de partido, los partidos
son muy heterogéneos. Y el Partido Demócrata es el más heterogéneo
de los grandes partidos de Estados Unidos.
Tradicionalmente
se ha hablado de una división ideológica entre demócratas
conservadores, demócratas
moderados y demócratas
liberales.
Los demócratas
conservadores son partidarios de una economía más
liberal; están más dispuestos a reducir
impuestos, disminuir el gasto público (incluido el
social) y desregular el mercado que la mayoría de sus compañeros de
partido. También son más conservadores
en temas sociales (matrimonios entre homosexuales,
aborto, etc.) De ellos se dice que más bien parecen republicanos y
no demócratas; muchos de ellos son del Sur del país.
Los demócratas
liberales son los más centristas, son los más
estatistas en materia económica y los más liberales en temas
sociales. Desean un gasto público alto, impuestos
muy elevados (hasta confiscatorios) que golpeen con
fuerza las ganancias de las empresas y sobre todo de los "ricos";
y una fuerte intervención del Estado en la economía con
regulaciones. Extienden la burocracia y la ayuda estatal.
Los demócratas
moderados intentan ser el centro entre esos extremos;
intentan moderar las posiciones de liberales y conservadores, y tomar
medidas intermedias entre las propuestas de unos y de
otros.
En
los últimos años los analistas políticos han establecido una nueva
clasificación de las facciones internas del Partido Demócrata.
Dichas facciones serían las siguientes:
Nuevos
Demócratas: son la facción derechista del partido y
podrían identificarse con los que anteriormente se
llamaban demócratas moderados.
Surgieron con fuerza a raíz del Gobierno de Bill Clinton, quien es
el más influyente y prestigioso de los dirigentes derechistas del
partido. Los demócratas derechistas reconocen las deficiencias del
Estado de Bienestar y aceptan que hay que racionalizar y en algunos
casos, reducir el gasto público en programas sociales, porque mucha
gente beneficiada con éstos programas habían perdido el incentivo
para trabajar y preferían vivir de la ayuda del Estado; además que
ese gasto era una carga insostenible para las arcas públicas, lo
cual obligaba a aumentar los impuestos y la deuda pública. Sin
embargo, no están de acuerdo con lo que consideran que son excesivos
recortes del gasto social que impulsan los republicanos en perjuicio
de los más pobres.
Los
demócratas derechistas también están de acuerdo con reducir los
impuestos a las personas y a las empresas; pero sus recortes fiscales
son más pequeños que los que proponen los republicanos, y además
están orientados (según ellos) a beneficiar más a los
contribuyentes de clase media que a los ricos, poniendo condiciones a
las empresas para poder beneficiarse (como que generen más empleos
en Estados Unidos que en el extranjero). Los demócratas derechistas
frecuentemente se alían con los republicanos moderados para defender
algunas medidas. En definitiva, los derechistas intentan buscar un
compromiso entre las posturas tradicionales del partido y las
exigencias del mundo globalizado actual. Los derechistas expresan sus
ideas por medio del poderoso Consejo
del Liderazgo Demócrata (DLC por sus siglas en inglés);
una institución fundada en 1985. Ésta institución lucha para
alejar al partido de sus posturas tradicionales más centristas y
llevarlo a la derecha del espectro político; pero sus críticos
dentro del partido lo acusan de estar financiado por las grandes
empresas privadas que intentan financiar a demócratas favorables a
sus intereses corporativos.
Demócratas
Progresistas: muchos demócratas surgieron en los
años 60 en ambientes universitarios y académicos, con su apogeo en
la lucha pacifista contra la Guerra de Vietnam. Al entrar en
decadencia ese movimiento, algunos de sus miembros fundaron pequeños
partidos maoístas y de otra índole comunista; pero muchos moderaron
sus ideas y terminaron afiliándose al Partido Demócrata. Se oponen
radicalmente a la Guerra de Irak, y a la política económica
conservadora (la que en otros países los progresistas llaman
despectivamente neoliberal); también crítican la excesiva
influencia de las corporaciones (grandes empresas privadas) en la
política norteamericana. Los progresistas quieren mantener impuestos
más altos y aumentar en vez de reducir el gasto en programas
sociales.
Demócratas
Laborales: son los trabajadores sindicalizados y sus
dirigentes. Los sindicatos de Estados Unidos son controlados por los
demócratas y sus líderes tienen un gran peso en el partido. Se
preocupan más por defender reivindicaciones propias del mundo
sindical: un mejor salario mínimo, pensiones más altas y leyes que
obliguen a los patronos a financiar la mayor parte del seguro médico
de sus empleados. Por lo general se inclinan más a los progresistas
y a los liberales que a los derechistas; pero colaboran con éstos
últimos cuando es necesario para defender sus intereses.
'Demócratas
Liberales:tienen muchas coincidencias con los progresistas, pero
son menos radicales que éstos. Son proteccionistas en materia
comercial internacional (aunque ellos dicen que sólo defienden el
"Comercio Justo"); son más estatistas en política
económica que los derechistas y por eso se oponen más a las
políticas económicas conservadoras. Impuestos más altos y más
gasto público parecíera estar entre sus metas. Son menos
militaristas en política exterior y se llevan mejor con las ONG que
defienden los derechos humanos
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